Una semana de no salir, de sentirme inútil en la casa, las chicas se iban a trabajar al igual que Ezequiel, le explico a Adam toda mi explicación y me esta apoyando con eso, me manda algunos trabajos que requieren arreglo y yo los hago.
-Anna- últimamente esta mucho en mi cabeza- ¿No me harás caso?
-Estoy ocupada.
-¿Qué sientes que mañana lo veras?
-Me da igual.
-Eso no es cierto, estas pensando demasiado en mi, por eso estoy aquí.
-Si tomo las pastillas dejare de pensar en ti, pero debo estar sin medicamentos para mañana.
-Ni con eso dejabas de pensar en mi.
Me levante de la silla y tome del refrigerador un jugo, me siguió.
-No te voy a dejar- se puso a mi lado- vamos Ann, te la pasaste bien esos días.
-¿Crees que me la pase bien?
-Hasta me besaste.
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