-Ann, mirame- trataba de tranquilizarme Ezequiel, respiraba con dificultad y el me abrazaba sobando mi espalda- respira profundamente.
-¿Cómo habrá entrado?
-No lo se, hay policías cuidando el edificio, debí quedarme adentro, es un degenerado.
-El oficial...
-Debemos ir a la estación para ver si es cierto.
-No puedo salir.
-Ahora si puedes, deberías irte conmigo a mi casa, no sabe donde vivo, ahí vas a estar segura.
-Me puede encontrar a donde quiera que vaya.
-Primero vístete y vamos a la comisaría.
Había olvidado que seguía en toalla, al ver las fotografías empece a gritar y Ezequiel entro enseguida, tomó el condón y lo volvió a meter al paquete al igual que el sobre con la nota y las fotos, salió del cuarto para darme privacidad y me vestí con lo primero que encontre.
-Te dije que no te ibas a librar de él- reconocí su voz.
-Cállate.&