Me despierto y mi mujer aún sigue aferrada a mi pecho, no sé en qué momento de la noche su pequeña bata se subió y mi mano estaba justo sosteniendo su hermoso trasero… me moví un poco para estar más cómodo —amor, no te muevas tengo sueño.
— mi esposa se quejó y yo sonreí porque ella es un poco dormilona, yo suelo madrugar todos los días, así que como no podía levantarme ni moverme sin molestar a mi esposa decidí seguir durmiendo.
— en algún momento me di la vuelta porque tenía calor, mi esposo es muy caliente y el muy descarado metió su mano por dentro de mi bata y tomó uno de mis pechos en su mano —¡esta posición me gusta más! — ja, ja, ja, ¿Qué te gusta más tomarme el trasero o los pechos? —¡Las dos cosas!
—¡qué descarado eres! Siento su dureza en mi trasero, así que si empiezo a verme un poco — ¡Sofía no hagas eso! —la voz ronca de este hombre recién levantado es muy sensual como él sigue acariciando mi seno con su mano, decido seguir frotando mi trasero contra su erección porque é