CAPÍTULO 72. Mía
CAPÍTULO 72. Mía
Me agacho frente a la tumba de mis hijos, el pequeño adorno de flores en mi cabello necesita un mejor lugar, así que lo quito, y lo dejo sobre la piedra fría, rozando con las puntas de los dedos la figura de los ángeles.
—Pude escuchar los corazones de mis hijos —murmuro—, de cada uno de ellos. Pude ver sus caritas en las ecografías, sus manitos, sus piecitos. Por eso no puedo parar —le digo a Viggo, sin girarme—. Destruir Trade Link no es suficiente. Arruinar a Devon, eso tampoco es suficiente… Lo quiero muerto. Quiero que Bonnie sufra lo que yo estoy sufriendo. Y no voy a parar hasta que lo consiga.
El silencio pesa una tonelada y juro que puedo sentir la rigidez en el cuerpo de Viggo, que puedo sentir esa aura oscura que empieza a rodearlo.
—No eres una asesina —me dice y no puedo evitar reírme.
Una risa fría destinada a todos esos que me subestiman, incluyéndome a mí misma, y Viggo aprieta los labios cuando me giro para verlo.
—Sí, sí lo soy —le contesto—. Todos s