29. El plan de las trillizas
El lunes por la mañana, Isabella caminaba por el pasillo del internado con Rowan y Celeste a su lado. Llevaba el cabello perfectamente peinado en dos trenzas, pero su mente bullía con un plan que había madurado durante todo el fin de semana.
En la cafetería, un grupo de niñas mayores charlaba entre risas. Isabella reconoció a una de ellas: Ana, hija de un político influyente que parecía saberlo todo de todos. Rowan la empujó suavemente.
Habían decidido averiguar quién era la mujer que su mamá saludo en la escuela, Isabella había sugerido que quizás ella estuviera relacionada con su padre porque su madre se veía muy nerviosa y además, había mentido.
—Isa, ahora. Pregúntale.
Con el corazón acelerado, Isabella se acercó a la mesa.
—Oye, Ana… ¿tú sabes algo de la familia Accardi Accardi?
Las risas se apagaron de inmediato. Ana arqueó una ceja, sorprendida.
—¿Por qué preguntas por ellos?
Isabella se mordió el labio, buscando una excusa.
—Solo… escuché su apellido en la televisión. Son impo