16. Nadie tocará lo que es mío
En la oficina de IRM&A, Becca irrumpió con el celular en alto, los ojos como platos.
—¡Sky! —soltó sin aliento—. Tienes que ver esto.
Skyler frunció el ceño, apartando los documentos que revisaba.
—¿Qué sucede ahora?
Becca deslizó la pantalla frente a ella. El titular brillaba con letras escandalosas:
“¿La empresaria más enigmática de Vasett tiene romance secreto con un magnate?”
Skyler se quedó helada. La fotografía ocupaba casi toda la portada digital: ella y Alexander, compartiendo una risa inocente que, bajo ese lente, parecía demasiado íntima.
—Esto es ridículo —murmuró, cerrando los labios con fuerza—. Apenas fue un café después de una actividad escolar.
—Sí, pero no para ellos —replicó Becca, mordiéndose el labio—. Alexander Lancaster no es cualquier hombre. Es dueño de una de las cadenas hoteleras más poderosas de Europa. Estás en la boca de todos, Sky.
Skyler se masajeó las sienes, frustrada.
—Maldita sea… lo último que necesito es prensa indagando en mi v