Keith se sentó. Parecía tranquilo, pero no lo estaba. Estaba tenso y con el control forzado.
—No pude dormir, pero ya estoy aquí. ¿Empezamos con el desayuno? —dijo Keith, intentando sonar lo más normal posible.
Errol Fraser se quedó mirándolo, con el ceño fruncido, como si Keith hubiera dicho algo fuera de lugar, algo que no cuadraba en él..
—Grace, el té, por favor. Ya, la mesa está lista.
—Claro.¡Pero antes, una cosa! —dijo Grace con un tono demasiado alegre, mirando a Keith—. Les cuento que mi hermana, Caroline ¡Ya viene para acá!
Keith tomó la servilleta. Ni se inmutó.
—Si, lo mencionaste anoche
—Llega al mediodía. Está emocionadísima por conocerte a ti y a Duncan. Ya sabes, me costó mucho convencer a tu padre.
Errol hizo un ruido de fastidio, recordando algo.
—Solo espero que se comporte bien esta vez, Grace. No quiero relajo ni fiestas aquí.
La advertencia de Errol le llamó la atención a Keith.
—Qué interesante, parece que son muy unidas—comentó Keith sin beber su cafe, solo ob