Incluso antes de llegar a los demás, April lo reconoció y su cuerpo inmediatamente se tensó, ¿Qué diablos hacía en Londres, si ella lo había dejado en Chicago?
Frente a ellos se encontraban varios hombres, como algunas que otras mujeres, que realmente amaban ayudar a los niños.
—Buenas tardes señoras y señores, les presento a Luca Bennett y April Gates — dijo Jessica presentando a los recién llegados, unos ojos azules la miraron sorprendidos.
—¿Nos permiten un momento? — sin esperar respuesta Luca agarró la mano de April y la apartó bastante de las personas. — ¿Qué sucede cariño? —le preguntó suavemente, mientras le acariciaba la mejilla.
—William, está aquí.. —dijo en un susurro, pero &eacut