DIEGO
Los días que sigueron fueron tensos entre mi padre y yo, no habiamos hablado excepto en las reuniones de trabajo, me sentía frustrado, porque aún no habiamos encontrado al responsable del atentado, y también por la discusión que habiamos tenido.
- Diego, ¿podemos hablar?- me dijo.
- Habla- respondí secamente al terminar una reunión de trabajo, mientras acomodaba unos documentos.
- ¿Puedes dejar de comportarte de esta forma?, yo solo quiero hacerte ver el riesgo que corren Ava y tú.
-¡Basta papá!, - repliqué mirándolo a los ojos- no quiero escuchar lo mismo una y otra vez, porque no importa lo que haga, tú nunca estás satisfecho con nada- suspiré bajando la mirada a lo que hacía - estoy considerando regresar a California y. . . quedarme ahi a vivir con Ava.
- ¿Esto es idea de ella?- dijo molesto.
-Claro que no, esto lo he pensado por mucho tiempo, incluso antes de que la volviera a ver, me gustó el no ser nadie importante ahí, mi anonimato, el ser uno más, sin pr