~COLE BLACKWOOD~
Su indeseable presencia me golpeó como un disparo a quemarropa.
La fulminé con la mirada, esperando que saliera corriendo con miedo, pero la vi avanzando hacia nosotros desde el umbral del comedor, sosteniendo una bandeja de plata entre las manos como si aquello fuera la escena más normal del mundo.
Harper Sullivan. Mi esposa. La mujer a la que había echado de esa casa y de mi vida la noche anterior con la esperanza —casi la certeza— de que no volvería a verla.
Pero ahí estaba.
Entera. Erguida. Orgullosa. Vestida con un sencillo vestido claro que no pertenecía a la ciudad ni al campo, como si todavía no terminara de decidir quién demonios era. Caminaba despacio, con pasos firmes, como si conociera ese suelo desde siempre.
Mi mandíbula se tensó.
—¿Qué demonios haces aquí? —solté, incapaz de contenerme.
Ni siquiera me miró.
Pasó de largo, ignorándome por completo, y se detuvo frente a mi padre. Bajó ligeramente la cabeza, con una sonrisa educada, casi dulce. De