Lunes 06 de febrero
Génesis se remueve en mis brazos, sonrío y la abrazo.
—¿Qué hora es? —pregunta, su voz suena apagada, aún tiene rastros de sueño.
—Es tarde, es de lo único que estoy seguro —contesto.
Ella se deshace de mi agarre y se levanta como un resorte. La veo caminar hacia el baño.
Frunzo los labios.
Me levanto del piso, y tomo un albornoz que se encuentra en uno de los pequeños muebles.
Gen sale con su vestido puesto, va caminando rápido a la puerta pero se da la vuelta.
—Nos vemos luego, te mataré por no despertarme —besa mi mejilla, corre a la puerta y antes de salir grita—: ¡Te quiero!
Sonrío como estúpido, así me tiene ella, enamorado, embobado y a sus pies. Haría cualquier cosa que me pidiera y estuviera en mis manos.
Entro al baño y veo mi ropa en el piso, veo un envoltorio sobre salir del pantalón. Me agacho para tomarlo, lo saco y veo con claridad que es.
—Mierda. — excla