Punto de vista de Ariana
Dejé escapar un bostezo mientras gemía y me estiraba, con la luz de la mañana filtrándose por las persianas. El dolor de cabeza me golpeó, retumbando en mi cráneo como un tambor implacable. Intenté recordar lo sucedido la noche anterior, pero mi memoria era borrosa.
Estaba muy confundida sobre cómo había terminado en mi cama esta mañana. El único recuerdo que tenía era haber ido al baño en el club.
Me levanté de la cama a duras penas, con náuseas, y me dirigí tambaleándome al baño. Las ganas de vomitar me golpearon con fuerza, y apenas llegué al inodoro antes de expulsar todo el contenido de mi estómago. Me desplomé sobre el frío suelo de baldosas, intentando comprender lo que había sucedido.
Bajé la mirada y me di cuenta de que todavía llevaba el vestido de anoche, la tela arrugada y manchada por una noche de juerga.
¿Cómo terminé de vuelta en casa?
Me devané los sesos buscando respuestas, pero los recuerdos se negaban a aflorar.
Me di una ducha rápida.
Sabía