Me quedé allí de pie, sujetándome la mejilla, fulminando con la mirada a Britney. Seguro que vio el titular y se pensó lo peor.
—Llevas menos de una semana en la mansión Black y ya intentas robarme a mi hombre —espetó entre dientes. No iba a quedarme de brazos cruzados mientras destruía mi reputación.
—Cuidado con lo que dices, Britney. Fui a ese club sin tener ni idea de que Damien estuviera allí. Esa foto me sigue confundiendo tanto como a cualquiera —dije, y pude ver cómo se enfadaba aún más.
—Pagarás, de eso me aseguraré —dijo, y yo puse los ojos en blanco.
—Ya te has implicado, Britney. Me pondré en contacto con mi abogado y pagarás por la agresión que has cometido hoy —dije con una sonrisa burlona.
—No puedes vencerme, niña. Llevas menos de una semana en la familia y ya crees que puedes conmigo. No eres nadie. Me encantaría verte intentarlo —dijo mientras soltaba una carcajada.
Miré a mi alrededor y casi todos tenían un teléfono en la mano, sacándonos fotos y grabándonos. Sabía