HENRY
3 meses después…
Luego de disfrutar de una deliciosa cena en compañía de todos, aquel día en que le pedí a Camile que fuera mi esposa otra vez, el tío Frederick había hecho un brindis por nosotros y nuestro futuro, y nos pidió un especial favor como su último deseo.
Sabía que esas palabras las utilizaba para que no le dijéramos que no, y solo había negado internamente cuando conmovió a todos los presentes, alegando que tal vez fuera la última ocasión que tendría para disfrutar de todos sus seres queridos.
Camile le había dicho que pidiera lo que fuera, y que encantados cumpliríamos con su último deseo. En ese momento, cuando el tío Fred había conseguido lo que buscaba, Danielle y yo nos miramos sonriendo, porque aquel viejo siempre se salía con la suya.