Una semana después
Como era de esperarse, en el casino no me dan un segundo de descanso cuando estoy trabajando, así que, básicamente duermo dos horas antes de ir a uno de mis dos trabajos, porque claramente no puedo dejar mi primer empleo en el olvido, cuando mi tiempo en el casino es para pagar mi ofensa.‘Una ofensa de un billón de dólares, Irina.’ Me recuerda mi mente que se da latigazos porque no pensó correctamente y por eso, terminé cediendo a una provocación momentánea que me llevó a este problema.Por fortuna, no lo he visto desde esa vez y espero que no sea así, porque con solo verlo el miedo puede más y termino haciendo estupideces.‘Como morderlo sabiendo que es un hombre lobo y no humano.’ Me digo mentalmente.— Aun no comprendo porque mordiste a tu jefe.— Porque soy una idiota, si supiera que hay coas que uno no debe hac