Evelyn’s POV
—Papá, ¿es verdad que le prometiste a Landon que le darías una fábrica de helados cuando sea mayor, como un hombre como tú? —preguntó nuestra hija Anna a su padre.
Estamos en la sala de la villa. Acabamos de volver del mar y de recorrer la isla. Ahora estamos aquí, comiendo pizza, y los niños charlan con su papá. Menos mal que Marcus tiene mucha paciencia con ellos: aunque le hagan las mismas preguntas mil veces, siempre responde sin molestarse.
—Sí, princesa Anna. ¿Y tú qué quieres cuando seas grande? Puedo darte todo —dijo Marcus mientras acariciaba el cabello de Anna.
Sus ojos brillaron como si hubiera ganado la lotería. Ahí va Marcus otra vez, malcriando a los niños. Cuando Landon era nuestro único hijo, él le consentía todo; ahora sé que con los cuatro será el triple.
—Papá, yo quiero una fábrica de Barbies para que Amelia y yo tengamos Barbies ilimitadas —dijo Anna feliz. Amelia rió y asintió, sumándose a la conversación.
Nuestras dos princesas hablaban con Marcus,