Capitulo 24 "Solo es un deseo"

—¿Ahora que prosigue? — interrogó a su acompañante ahora que se habían quedado solos, vio la hora en su reloj era las ocho de la noche—. Porque muero de hambre. Sinceramente no puede almorzar.

—¿No has almorzado? ¿Qué te ocupo la tarde? — le preguntó preocupado.

—No suelo tomar el almuerzo tan temprano los sábados, pero las cuatro es mi hora máxima, y tampoco pudo hacerlo porque tenía otras cosas que hacer — le explicó pensando en la tarde llena de tareas.

El tomo de la mano y la arrastró fuera del lugar hasta el auto, y le hizo ingresar y el hizo lo mismo; encendió el auto y manejo a un pequeño restaurante que quedaba a uno veintes minutos. Al llegar ambos bajaron e ingresaron al pequeño lugar siguiendo al camarero.

—Es un lugar acogedor— dijo ella observando el lugar parecía muy íntimo.

—Si me gusta mucho este lugar es tranquilo y no muy concurrido, no me suelen gustar los lugares con mucha gente. Además, te aseguro que no encontraremos a nadie de la empresa.

Ella frunció el c
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