Unos días después

Por fin llegó el fin de semana.

Jenny bajó las escaleras casi corriendo, con una sonrisa radiante. Parecía alguien preparándose para una cita: su cabello lacio se movía al compás de sus pasos. En el camino, se cruzó con una criada y le preguntó por el mayordomo Matt. Justo en ese momento, él apareció sosteniendo dos bolsas en las manos. La chica dio un pequeño salto de emoción.

—He preparado todo lo que pidió, señorita.

Pero el mayordomo Matt no le entregó las bolsas de inmediato. En cambio, miró detrás de Jenny… y no vio a nadie.

—¿Dónde está la señorita Sophia? ¿No iban a salir juntas? —preguntó, retirando la mano.

Matt no pensaba darle las bolsas si Sophia no aparecía, y mucho menos dejar que Jenny saliera sola. Por muy confiable que fuera Kevin, para él seguía siendo un riesgo dejar que la joven fuera a su casa sin compañía.

—Si la señorita Sophia no puede acompañarla, pediré que una de las criadas la acompañe —dijo con firmeza.

«¿En serio?» Jenny hizo un puchero