Las semanas habían pasado muy rápido, las conversaciones con mi príncipe cada vez eran más frecuentes, pero hace dos semanas que no le veo, por un tradición que existe y si queremos ser felices, tenemos que respetarla como se debe, igual ya vamos de camino a la catedral donde me espera mi príncipe.
—Vamos tarde—Rie Joshua.
Nos detuvimos por el camino porque había una pequeña niña que deseaba conocer a mi principito moja bragas, así que decidí romper un poco las reglas y me la traje, ya que sus padres no estaban, él Camino no era tan larga, a la distancia podía admirar la famosa iglesia donde me esperaba todos.
—Benjamin pensara….
—Lo más probable es que piense que le dejaste plantado—Mis ojos se abrieron como platos por sus papalabras.
Mi príncipe no podía pensar que le dejé plantado