Capítulo 36. Sobreviviendo a los Sullivan
Isabel
Mis manos estaban frías, a pesar de que la primavera ya se sentía templada en Nueva York. Apreté el delicado bolso de mano, sintiendo la tensión irradiar desde mi cuello hasta la punta de mis dedos. Este era el día. El día de la presentación formal con el señor Sullivan, el padre de Liam.
El hecho de que ya habíamos compartido una sala de espera de hospital no hacía el momento menos intimidante. De hecho, lo hacía más pesado. En el hospital, yo era la cuidadora; hoy, era la evaluada.
Liam, impecable en su traje azul de fin de semana, notó mi nerviosismo. Detuvo el coche frente a la elegante casa de los Sullivan, una mansión que gritaba "estabilidad" y "legado" en cada ladrillo. Me tomó la mano y la besó.
—Relájate, Isa. Ya pasaste la prueba más difícil en el hospital —me recordó, con esa calma que solo él poseía—. Esta es solo una cena de tipo acción de gracias... sin el pavo y con la tensión ligeramente reducida.
—Fácil para ti decirlo, no eres el que estará en escrutinio fami