Naiara
Si no fuera por mi flor y mi mariposa me sentiría completamente aterrada. De noche había solo unas pobres velas para alumbrarme, y de día, si acaso, entraban los rayos del sol. Era asfixiante y sentía que me debilitaba.
No escuchaba nada de lo que sucedía afuera y no tenía como ver tampoco, había uno que otro movimiento a la puerta de esta habitación, y ya ni siquiera venían criados, sino que los soldados me dejaban comida. Sentía que me trataban como a una prisionera. Y a cada hora que pasaba estaba más convencida de que era una.
Escuchaba los pájaros a lo lejos que chillaban y también el aullido de mi lobo. Kai había sido realmente inteligente y me había, no solo aislado, sino que no había dejado cerca ningún animal ni nadie en que pudiera ayudarme.
Estaba sola, no quería exponer a Dashi que supongo había ido al templo. Mer y el señor Rise estaban lejos Y supongo que nuestros soldados también. Y mi caballero... yo honestamente esperaba que no me encontrara, que pudiera