Brock
—¿Qué te ha parecido la princesa, mi prima?— me pregunta ella contenta —¿Acaso no es maravillosa, inteligente, agradable y sensata?—
Ha estado desde hace días sumamente emocionada por fin conoce alguna de sus familiares que no deja de estar intranquila. Por noches no ha podido dormir y la he visto despertarse y asomarse, simplemente la ventana esperando que mágicamente Naiara se materializara en las afueras del castillo.
Yo estaba feliz de que ella tuviera por fin a alguien de su familia y ahora tendríamos la nuestra. No puedo decir que lo haya planeado, pero tampoco que no lo haya querido.
Por la Diosa… yo amaba a mi esposa con locura, y le hubiese dado lo que ella quisiera, pero el que ella estuviese un estado tan delicado, hacía que mi necesidad de protegerla fuera cinco mil veces peor.
Temía que si se me escapaba por un momento de la mirada y algo le ocurriría y me necesitaría y yo no pudiera ayudarla. Cuando ella dormía, me quedaba viéndola acostada en nuestra cama,