Capitulo Veintisiete

Y abrí mis brazos para llenarlos con tu presencia, me abracé a tu esencia y me hice fuerte gracias a tus besos. Te pido, no me dejes sola ni un segundo porque siento que muero si no estás, por favor, sé mío por toda la eternidad.

Alondra

De nuevo en casa, estoy mejor, pero Christopher se niega a tocarme hasta que según él no me haya recuperado totalmente, claro que es algo hipócrita de su parte después de lo que hizo en el hospital, solo de recordarlo siento que la sangre me vuelve a hervir en las venas. No sé si fue la adrenalina por el miedo a ser descubiertos o que mi querido novio es un experto con su lengua, la verdad prefiero que sea la segunda opción.

—Bueno, ya estás instalada de nuevo, si no necesitas nada más me iré a casa para dejarte descansar —comenta sacándome de mis pensamientos.

—No quiero que te vayas —chillo y le extiendo la mano para que se acerque a mí.

—Yo tampoco quiero irme, pero ambos necesitamos descansar —rezonga conciliador.

Hago un puchero y enrollo los bra
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App