— ¿Y de qué manera la sonsacaste? – pregunta mi hermano extrañado — Esa mujer es difícil de convencer, además de peligrosa Jacques – señala incómodo — ¡Está enamorada de ti y es aterrador! – puntualizó.
— Lo sé Jo, me amenazó, trató de amedrentarme con el cuento de que mi padre trazaría el plan perfecto para meter a Isobel en su cama – me encogí de hombros — Si, estaba un poco ofuscado, también quería estrangularla, pero accedió porque le escupí en la cara que no la amaba, le dolió no me cabe duda de eso – mi hermano abre los ojos como platos.
— ¡Cuidado Jacques, juegas con fuego! – advierte preocupado. Esta es la tercera vez que miro el celular.
— ¡