Capítulo 23. Verdades, Citas y Besos. Parte 2.
— ¿Entonces, haremos esto? – su voz es casi un susurro y yo, a pesar de mi condición, siento que dese hacerlo.
— Si tu estás dispuesta yo… pues, también – sonrío con eso que las chicas llaman: encanto.
— Pero debes recordar que yo no soy de las que se deslumbra, muy por el contrario, tiendo a descubrir más cosas de lo que pretendo – entiendo, es mucho más inteligente y menos cabecita hueca.
— Si bueno, yo… quero saber si ¿quieres ser mi novia? – pregunto muy rápido, por primera vez me siento tan nervioso que mi cuerpo hormiguea y me falta un poco el aire, las manos me tiemblan y creo que necesito un minuto.
— ¿Está todo en orden Jacques? Te ves pálido – y vaya que lo estoy, siento que puedo desmayarme en cualquier momento.
— ¡Si, lo estoy! – miro sus ojos de un color tan