Ella pensó que lo tenía todo, su vida era perfecta, con el hombre a quien amaba hasta que un día la verdad se revela ante ella quitándole todo lo que creyó tener en apenas segundos. Herida por ese pasado cerró su corazón al amor y no cree volver a confiar. Él lo perdió todo ese fatídico día; su esposa, sus hijas, su padre, su corazón está lleno de rabia y amargura, se convirtió en piedra y no siente amor por los demás, lo único que evita abandonar la vida es una promesa hecha a su hermana frente a las tumbas de susfamilia. Dos corazones heridos, sin esperanzas, se encontrarán ¿Serán capaces de renunciar al dolor para ser felices?
Leer másLa vida le sonreía a Valentina Riggs el cual era su nombre artístico.
Tenía todo lo que deseaba: una carrera en ascenso que era con lo que había soñado siempre, el tratamiento de su madre al día, un novio millonario al que amaba y que él la amaba a ella con locura. Todo esto en menos de tres años, no podía creer que fuese tan afortunada y aunque Stefan MontBlanc no le había propuesto matrimonio aun, estaba segura de que lo haría. Hoy se citaron en una cafetería para verse y planear el fin de semana para estar juntos antes que comenzara su gira promocional.
— ¿Quién soy? - pregunta Stefan tapando los ojos de Elena Valentina en un acto de amor puro.
— ¡Pues veamos... ya sé. El amor de mi vida! - él retiró las manos de sus ojos y ella se levantó girando elegantemente para abrazarlo y besarse dulcemente.
— ¿Llevas mucho tiempo esperando amor? - negó dándole un pico rápido.
— No en realidad porque pasé a buscarte algo - le hizo un guiño y sacó de su bolso un cajita marrón pequeña, la cual abrió y dejó ver una fantástica cadena con dije dorado en oro dieciocho quilates. El corazón llevaba las iniciales completas de ambos.
— ¡Nena, yo no... - tapó su boca.
— ¡Tú eres suficiente para mí! el amor no se trata de intercambiar regalos como una obligación - él la abrazó con fuerza y besó su frente acariciando la mejilla femenina con la nariz.
— Entiendo y gracias amor pero, vámonos de aquí. Quiero buscar una sorpresa para ti - la sacó de la cafetería y viajaron el la limusina hasta una pequeña cabaña donde los dueños eran sus padres y le habían otorgado el permiso aunque su madre no estuviese de acuerdo con su noviazgo porque Elena no era de alta sociedad.
Después del fabuloso fin de semana que pasaron el la pequeña cabaña, el lunes a las diez menos cuarto se encontraba Stefan MontBlanc despidiendo a Elena Valentina en el aeropuerto.
— ¿Estás bien? - preguntó la rubia con preocupación.
— ¡Claro que no Elena, te vas y yo me quedo sin ti! - responde con tristeza.
— ¿Me esperarás?
— ¡Siempre amor de mi vida, siempre!
Pero el destino quiso otra cosa y Valentina Riggs presentó mareos y vómitos que la obligaron a ver un médico, no fué sino en esa última gira después del fallecimiento de su madre que se percató de su embarazo, el médico que la vió le aseguró que llevaba seis semanas, por lo cual tuvo que suspenderla y regresar antes del tiempo previsto. Bajó del avión y se dirigió en taxi hasta las oficinas del Emporio MontBlanc para darle la noticia y proponerle ella misma matrimonio pero, al llegar al piso y abrir la puerta se dió cuenta del engaño del cual había sido objeto todo el tiempo. Aquella escena nunca saldrá de su mente mientras viva; la imagen de María de las Nieves sentada a horcajadas sobre él disfrutando de un momento de sexo placentero y sin barreras...
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Las maletas en la puerta del Ático le recuerdan que su vida es una farsa, la mujer que ama lo desprecia por su actitud machista y egocéntrica. Las niñas suben a la cama para besarlo y disfruta un poco más de ellas mientras una morena preciosa de cuerpo delgado y perfecto entra a la habitación sin siquiera mirarlo.
— ¿Por qué no esperan al fin de semana y nos vamos juntos? - preguntó Owen Black desde la cama.
— Pregúntale a tus padres - le dijo su esposa sin mirarlo.
— Carol ¿hasta cuando me castigarás? - protestó.
— ¿Quieres hablarlo ahora? ¿delante de las niñas? porque hasta la semana pasada era una loca que me imaginaba cosas - le grita girándose furiosa hacia él.
— Está bien cariño, lo siento tienes razón, pero lo hablaremos. Te aseguro que lo arreglaremos - ella suspiró y salió de la habitación.
— ¡Marilyn, Becca! despídanse que nos vamos - las niñas besan a su padre y él las lleva en brazos a ambas.
Metro noventa de puro músculo tonificado y un color de piel dorada que sería la envidia de cualquier modelo de trajes de baño. Todo eso en conjunto con un hermoso perfil griego y la barba mejor cuidada y pagada en todo Manhattan, ojos color café y la boca más perfecta que pueda tener mortal alguno. Así era Owen Black perfecto al andar, perfecto al vestir, perfecto al amar, sin embargo su esposa no perdona errores y al salir del apartamento con los padres de su esposo ni siquiera un beso de despedida le regala, solo un gesto con la mano a lo que él reacciona con un asentimiento de cabeza y un suspiro de resignación por ser el culpable de su actual desdicha.
Es medianoche y el teléfono suena...
— ¡Black! - responde enojado aunque no estaba dormido.
— Sr. Black, lamento darle la noticia de que el Jet XR24G7 ... ha caído al vacío - y con ese avión toda su vida también...
Tres meses después...—¿El jurado ya posee el veredicto? – pregunta el Juez Dimitri Santos.—Sí su Señoría – la persona se dirige hacia el estrado para entregar al Sr. Juez un documento en el cual se lee el veredicto. El Juez asiente luego de leer y hace entrega del documento.—Puede leer el dictamen – todos se encuentran atentos —el acusado por favor ponerse de pie –Elena siente náuseas y se encuentra incomoda, Owen parece de acero, no tiene expresión alguna en su rostro.—El jurado declara al Sr. Owen Black inocente de los siguientes cargos: homicidio en primer grado, acoso y vigilancia no autorizada. Sin embargo se encuentra culpable de los cargos de violencia y agresión contra un oficial y conducir bajo ebriedad –
—¡Hay que ir a ver si está bien! – Summer pone los ojos en blanco tratando de no reírse —. A lo mejor ya la mató por lo del embarazo y la va a ocultar bajo la cama o en el armario – corre hacia el pasillo y Serguey la detiene.—Morena mía, cálmate por favor – besa el nacimiento de su cabello con ternura.—¿Qué me calme? Ese hombre es un Pedro Pica piedra atractivo y millonario amor, puede lastimarla – el ruso sonríe negando con la cabeza.—¡Owen la ama cariño! – la chica ríe a carcajadas.—Ese hombre solo se quiere a sí mismo y a su dinero Serguey – deshace el abrazo apartándose de él —, dudo que sepa el concepto de delicadeza e incluso... amor – se cruza de brazos enojada.
Owen Black no puede creer lo que ven sus ojos al encontrar a Elena dormida en la cama de la habitación que se la ha asignado en la Cabaña del Ruso. Contempla su rostro desenfadado y placenteramente dormido, descansando tras una mañana de locura por la afrenta entre la loca de su amiga y él, hace una mueca de disgusto al recordarlo ya que no soporta esa chica desagradable y grosera además de metiche. Tiene que hacerla su esposa, Elena es en realidad – y aunque no lo crea – todo lo que necesita y espera de una mujer ya que poco a poco le ha ayudado sin que lo sepa a superar, no sus conflictos internos ya que continúa siendo un patán por lo que ve, pero sí los dolores de las pérdidas que, aunque siempre estarán en su corazón... es consciente de que debe pasar página. Nadie sabe hasta ahora que se encuentra locamente enamorado de ella, tal vez lo intuyan, pero no con exactitud. Ni siquiera &e
—¿En serio Elena, un embarazo? – asiente cerrando los ojos — ¿e ibas a decírmelo cuando? – la rubia suspira cansada de la situación.—Hoy, en este momento, antes de que Yolanda lo escupiera – bufa enojado.—¡Deberías depurar tus amistades! – ella niega incrédula.—¿A que te refieres? – acerca su rostro al de él —. Ella es mi mejor y quizás única amiga, hemos estado juntas desde... – se detuvo al pensar en su desgracia — desde siempre – culmina.—No me interesa, es una metiche – escupe con rabia y ella sonríe con ternura.—Ella solo quiere cuidarme Owen, no lo hace de “mala clase”...—Pues no me importa El
El cordero estaba tan tierno que se les deshacía en la boca, era un verdadero manjar y la combinación entre las patatas horneadas con cheddar y las judías verdes salteadas en aceite de oliva le daban la elegancia necesaria como para que fuese un plato a la altura de un restaurante de lujo en casa. El Pinot Noir hacía juego con la noche y el menú, sin embargo Owen Black apenas si había tocado su plato. La preocupación por su chica le había quitado por completo el apetito y la posibilidad de que estuviese en peligro le nublaba el entendimiento. Era imposible pasar bocado.—¿Entonces eras parte del Ejército Rojo? – interroga Kevin y el Ruso asiente con un dejo de tristeza.—¿Pero es más que eso, cierto? – señala Marck —. Hay oscuridad y dolor detrás de todo eso – asiente —, entonce
El traslado a la cabaña se hizo de manera casi clandestina, en realidad era una fortaleza blindada al estilo Ruso; especialmente diseñada por Serguey Ivanov, quien fuera en su juventud un agente del Ejército Rojo Ruso. Muy pocos lo saben, solo Harold y Owen, pero considerando las circunstancias, está seguro que debe dar algunas explicaciones a los hombres que lo acompañan.—¿Pero qué mierda? – Gira Kevin para encontrarse con los ojos celestes de su amigo y una pétrea expresión en su rostro —¿Esta cabaña es tuya Serguey? – asiente con un suspiro.—¡Si amigo, larga historia! – Sonríe sin que se refleje en los ojos —Terminemos de llegar y los pondré al día – todos a
Último capítulo