No me encuentro amordazada, ni maniatada y los ojos no me han sido cubiertos con alguna tela, permitiéndome ver el oscuro interior del vehículo donde tres sujetos me subieron a la fuerza.
Me remuevo incomoda, su mirada intensa esta posada en mi cuerpo.
Las ventanas polarizadas del auto me impiden ver más allá del cristal oscuro y resistente. Las tenues y borrosas luces del exterior pasan a toda velocidad ante mis ojos llenos de lágrimas.
Mi único pensamiento es Jessie. Necesito saber que ella se encuentre bien o si está en el departamento sola y asustada.
- Ella se encuentra bien. Va en otro auto, sana y salva con mi hombre de confianza – Su voz, rasposa y gruesa. Hacen que lo vea con la vista distorsionada por el rabillo del ojo.
El enojo me invade de manera peligrosa porque me ha leído el pensamiento.
- ¿Por qué lo hiciste? – Susurro. Mi voz rota, delata lo mal que me encuentro.
Mi garganta me arde por retener los s