Annabelle.
–¿Esto se trata de una broma? – pregunto después de recuperar el ritmo normal de mi agitado corazón.
Bastián me mira serio, no tiene esa expresión picara en su rostro, ¿Esto de verdad está sucediendo?
–¡Bastián! – lo llamo.
– Si, es enserio – asiente y suelta un suspiro – hace unos días, contraté a un investigador – suelta como si nada, como si eso fuera la cosa mas obvia que pudiera decírsele a una persona.
–¿Para indagar sobre mí? – pregunto sintiendo nauseas.
– Si, pero no es lo que crees…
–¡Oh no! No, tu no sabes que es lo que yo estoy creyendo en este momento – me alejo ligeramente de él y respiro profundo para no matarlo aquí mismo, después de todo, ya estamos en el cementerio, ¿Qu