A las nueve y media de la mañana estamos en el aeropuerto. Eric se ha ido a comprar café, lo cual agradezco. El tema del posible embarazo esta solucionada, antes de venir pase a una farmacia y pude conseguirla. Embarcamos al avión rumbo a al aeropuerto de Riohacha.
—¿Sabes como llegar? —pregunta Eric. Estamos fuera del aeropuerto.
—No tengo idea, Eric. —él me mira sofocado, debemos estar a unos treinta y cinco grados—. Tranquilo, mi primo vendrá por nosotros.
En ese momento una 4×4 toca la bocina detrás de nosotros. Volteo es mi primo Fernando, un tío de un metro ochenta, ojos negros y de piel oscura. Corro a sus brazos y lo estrecho con toda mis fuerzas. Hace mucho no lo veo. Eric se para a nuestro lado y ambos se saludan con un apretón de manos. Me suelto de él y pregunto, agarrando la mano de Eric.
—¿Se lo dijiste a Raquel?
Fernando mira