Capítulo IV...

- ¿Te has golpeado en la cabeza, hijo?

-No padre…

-Entonces ¿estás enfermo? Aranza dime ¿está enfermo mi hijo? – diciendo muy preocupada

-No Doña Valeria, eso mismo quisiera saber yo…marqués – dejando a los padres de Sebastián en shock – dinos ¿Qué te pasa?

-Nada…solo que me he dado cuenta de la clase de terrible esposo que he sido

-Querida ¿te pasa algo?

- ¿Por qué pregunta Doña Valeria?

-Nunca llamaste a mi hijo…

-Me di cuenta de que no debo perder el tiempo con alguien que no me estima en lo más mínimo

Los padres de Sebastián fulminan a este con la mirada, y el hombre se pone nervioso.

-Aranza…

- ¿Qué pasa marqués? Acaso ¿no estoy diciendo la verdad? Seguramente estás así de afectuoso porque te dije que Xavier heredará el título de Duque del Infantado y no tú, porque por eso te casaste conmigo…por el título de mi padre

- ¡Sebastián Martínez de Irujo, al despacho!

-Sí padre

Así padre e hijo se dirigen hacia el despacho, mientras que Aranza y Valeria quedan en la sala.

-Querida no digas eso…mi hijo…

-Doña Valeria, no tiene caso, su hijo nunca me ha querido…nunca me quiso ni siquiera un poco

-Mi niña…

-Doña Valeria – tomando las manos de la dama – le tengo una buena noticia

- ¿Eh? ¿Qué pasa querida?

-Va a ser abuela – y en el acto los ojos de la mujer se iluminan

- ¿Estás…embarazada? – Aranza con una sonrisa asienta – mi niña – dando un abrazo a Aranza

Mientras…

-¡¿Es que acaso eres un idiota?! – abofeteando a su hijo con fuerza – tu madre y Doña Aranza de Arteaga organizaron tu matrimonio ¡¿y te atreves a lastimar a tu esposa?! ¡yo no te críe de ese modo Sebastián!

-Padre…yo…

- ¡¿Quién es la zorra?! ¡¿Quién es la mujerzuela con la que engañas a tu esposa?!

-Yo…

- ¡Y no me mientas!

-Es Lucía Santana – Daniel queda en shock – pero he terminado con ella

Y vuelve a recibir una bofetada.

-¡Bastardo! ¡¿con esa zorra?! ¡¿con esa bastarda?!

-Padre

- ¡Padre nada! ¡¿Cómo te atreves?! ¡Aranza Arteaga es la mejor mujer que pudimos escoger para ti!

-Lo sé y reconozco mi error, por eso quiero arreglar mi matrimonio

-Más te vale que ella no te pida el divorcio, porque de forma inmediata hablaré con su majestad ¡te quitaré el título de marqués! ¡¿entendiste?!

-Perfectamente padre…¿puedo ir con mi esposa?

-Es lo menos que deberías hacer…

Y así ambos hombres salen y ven a Valeria mimando a Aranza pero sobre todo dándole regalos – ¿Qué pasa Valeria?

-Querido…Aranza nos hará abuelos

Daniel se acerca y abraza con fuerza a Aranza, luego se acerca a su hijo y le da un par de palmadas en el hombro – muy bien hijo, hasta que cumpliste con tu deber con la familia Martínez de Irujo

-Padre…

-Nada de padre, cumpliste con tu deber, dinos querida ¿Cómo te sientes?

-Bien, fuera de los ascos mi bebé es tranquilo

-Tranquila – todos se giran a ver a Sebastián – te dije Aranza que el bebé será niña

- ¿Cómo puedes saberlo?

- “Porque vi su cadaver” solo lo sé madre, Aranza me dará una niña

-Bueno sea niño o niña, Dios quiera sea sano…será el heredero de nuestra familia ¿verdad Daniel?

-Claro que sí Valeria – sonriendo – pediré que tengan el mejor almuerzo

-No es necesario Don Daniel

-Nada es menos por garantizar el bienestar de mi nuera y nieto

-Nieta – sus padres apenas voltean sus ojos – papá te puedo apostar mi fortuna personal a que es niña

- ¿Seguro?

-Muy seguro…

-Bien te apuesto los caballos de la familia

-Trato – y así ambos hombres sellan su apuesta con un apretón de manos

Mientras las dos damas apenas los miran con sonrisas en sus rostros.

-Bien pasemos al jardín, tenemos un rico desayuno, ¿deseas algo en especial querida?

-Bueno he tenido antojos de comer huevos de codorniz

-Pediré ahora mismo que te los preparen

-Aranza…

- ¿Qué sucede marqués?

-Nunca me dijiste de tu antojo…

-No hace falta – los padres de Sebastián apenas lo miran – como ni yo ni tu bebé te importamos

Y Daniel vuelve a poner la misma cara asesina de hace unos minutos.

-¡Al despacho!

Dando un suspiro resignado – sí padre…

-¿Eh?

-Daniel no quiere que lo veas perdiendo el control – tomando las manos de Aranza – vamos querida, tienes que alimentarte bien

Y mientras Sebastián vuelve a recibir un regaño de parte de su padre, y mientras Aranza y Valeria toman el desayuno de forma amena, en el centro de Madrid, una mujer se encuentra terminando de acomodar su vestido, para así concluir el pago por el trabajo encargado, dado que necesita desaparecer a su media hermana del mapa, para así tener todo para ella, desde el marqués de Alba, hasta el Ducado del Infantado…pero para eso Aranza y su bebé deben ser borrados del mapa.

-Ya sabes, cuando la zorra esa salga con rumbo hacia un control médico la raptarás

-Lo haré, tranquila…y me encargaré de tu pedido especial

-Quiero que la encuentren desangrada…y con el feto por fuera

-Así será…descuida…

-Bien más te vale no fallar

-No fallaré, tranquila…más te vale tener todo el dinero

-Lo tendré, solo tengo que hablar con mi querido marqués…

-Perfecto, nos vemos Lucía – y así se marcha de la habitación de la mujer

Mientras…

En la mansión de los Martínez de Irujo, Aranza recibe mimos y atenciones de parte de sus suegros mientras que Sebastián apenas mira, y da una sonrisa dado que si logra poner a sus padres de su lado; Aranza simplemente por hacerlos felices, no le dará el divorcio…

Bueno esa es la idea…

-Doña Valeria creo que es demasiado – viendo todos los bellos regalos

-Nada es menos si es por asegurar que mi nieto nazca bien y entre lujos mi niña

-Nieta – haciendo que su madre voltee sus ojos – madre Aranza me dará una niña

-Jovencito faltan meses para saber el sexo…

-Pero algo me lo dice padre

Aranza suspira y apenas da una sonrisa, mientras ve los lindos ropones para su bebé – esto se ve muy costoso doña Valeria

-Claro querida, esos ropones los escogí desde que te casaste con mi hijo – los mencionados se sonrojan de golpe

-Mamá…basta…

Y Valeria apenas da una sonrisa, mientras saca un lindo traje de recién nacida – mira por si es niña

-Gracias Doña Valeria…

-Gracias madre

-Aranza – recibiendo toda la atención de la joven madre – toma – entregando una carpeta con el sello de la familia Martínez de Irujo

- ¿Eh?

Y así Aranza abre la carpeta y se sonroja de golpe, Sebastián se acerca e igualmente se sonroja dado que la carpeta contiene las escrituras del castillo familiar de los marqueses de Alba, un bello palacete cercano a la ciudad de la Alhambra.

-Don Daniel…no debería

-Esta es la propiedad más exclusiva de los Martínez de Irujo, será para mi nieto…

-Nieta

Los marqueses apenas miran a su hijo…y voltean sus ojos. Mismamente Aranza da una sonrisa.

-“¿Qué te parece? Te estás ganando a tus padres”

-¿No puedes ser menos inoportuno? Si mis padres me ven pensarán que estoy hablando solo

-“Tranquilo, ellos no me pueden ver…y además solo estamos hablando entre nosotros, así que para tus padres tú estás como idiota mirando a tu esposa”

-Oh…que inteligente de tu parte…¿Cómo debo llamarte?

-“Como te parezca, si quieres llamarme amiga puedes hacerlo”

-Espera ¿eres mujer? – la silueta asienta antes de desaparecer – vaya…

-Sebastián…

- ¿Qué pasa madre?

-Dinos ¿Cómo se llamará nuestro nieto?

-De ser niña será Alma, de ser niño será Xavier

- ¡¿Xavier?! – diciendo los marqueses a coro

-Hijo tú no soportas a tu cuñado

-Pero es un deseo de Aranza, así que a una embarazada no se debe contradecir

La mencionada se sonroja de golpe.

-Bien pasemos a tomar el almuerzo ¿tienes un antojo en especial querida?

-Quisiera paella…el bebé parece gusta de los mariscos

-Nunca me lo dijiste…

-Supe de mi antojo mientras estaba con mi padre – sonriendo y Sebastián se sonroja de golpe

Los padres de este apenas se quedan mirando al joven y sonrisas cómplices se forman en sus rostros.

El almuerzo termina y el joven matrimonio se dirigen de regreso a su mansión, durante el trayecto hablan del regalo que ha hecho el padre de Sebastián a ellos, y mientras el matrimonio hablan y evitan tocar el tema del divorcio, en su despacho judicial, un joven contempla el retrato del amor de su vida, y se lamenta de que su padre haya hecho tarde la petición de mano de Aranza…

-Bueno, ella está por divorciarse…y podré tenerla…

Dibujando una siniestra sonrisa en su rostro, pero para su cometido necesita que Lucía cumpla con su parte del acuerdo, que Aranza pierda el bebé que espera, porque él un conde no cuidará del hijo de otro hombre, así que espera que esa inútil de Lucía haga bien todo.

-Vamos a ver…si esa estúpida falla, podré usar el embarazo de Aranza para mi beneficio

Y da un suspiro resignado, porque sabe que puede usar el embarazo de Aranza en su beneficio…pero él no quiere tener que ver a la joven con un vientre abultado, la prueba de que ella ya fue de otro hombre.

-M****a – acomodando su cabello

Y al cabo de un par de horas, Aranza y Sebastián llegan a su mansión y como todo un caballero, el marqués decide llevar a la joven hacia su habitación, mientras los empleados cargan las cajas y bolsas con regalos.

-Marqués, marquesa

- ¿Qué pasa Sofía?

-Una llamada del Duque del Infantado…

- ¿Le pasa algo a mi papá?

-Informa que él y el señorito Xavier llegarán en la noche

- ¡¿Enserio, llegarán esta noche?! – diciendo con una enorme sonrisa en su carita

-Así es Marquesa…

- ¡Sofía prepara las mejores habitaciones, la mejor comida…mi hermano ama la carne asada y a mi padre le encantan los mariscos!

-Cómo ordene marquesa – mirando hacia Sebastián

-Prepara todo como ha dicho mi esposa

La mujer hace una reverencia y se dirige a preparar todo.

-Aranza…por favor…

- ¿Qué pasa?

-Tu padre y hermano, ¿saben?

-Claro que saben, son mi familia son el tío y abuelo de mi bebé y es claro que me van a proteger de ti y de Lucía

El mencionado traga grueso – Aranza

-Que no se te olvide, solo estaremos casados; lo que dure mi embarazo

-Aranza, por favor no hagas esto yo no quiero el divorcio

-Solo lo dices por el título de mi padre

- ¡No! ¡lo digo porque te quiero!

-Deja de mentir – dejando que las lágrimas abandonen sus ojitos – tú nunca me has querido, te casaste conmigo por cumplir la palabra de Doña Valeria y Don Daniel

- ¡No, no lo hago por eso…lo hago porque te quiero!

- ¡Basta, basta no me mientas! ¡tú nunca me has querido y la prueba es que no pudiste respetar nuestros votos por un día! – mientras entra en la habitación y cierra la puerta en la cara de Sebastián

-M****a…

-“¿Por qué te gusta hacerla llorar?”

- ¿Por qué no mejor te callas? ¿Qué no ves? La hice llorar

-“Oye…solo digo lo obvio, así que deja de hacerla llorar, está embarazada…¿Qué quieres, que le suceda algo al bebé?” – desvaneciéndose

- ¡Jamás! ¡nada le sucederá a mi hija!

Mientras adentro, Aranza se encuentra llorando, mientras abraza el traje de recién nacida que le diera Sebastián, porque ella no quiere divorciarse, quiere salvar su matrimonio…pero Sebastián se empeñó en arruinar su matrimonio, y hacerla ver a ella como si fuera la culpable del matrimonio, cuando ellos fueron comprometidos.

-Bebé…por favor…perdóname, tu padre no nos quiere, no nos quiere – rompiendo en llanto

Y afuera Sebastián la ha escuchado, y sus ojos lo traicionan.

-Aranza, así tenga que morir dos veces…no permitiré que dudes de mi amor, no dejaré que dudes de mis sentimientos

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