Capítulo XXXVI...
Al llegar al interior de la bodega, ambas mujeres han quedado en shock al ver a Álvaro y su madre, y Luisa en el acto se aferra al bebé, porque sabe que Álvaro es capaz de quitárselo.
-Mis invitadas de honor – Aranza apenas frunce el ceño – Luisa te ves hermosa
- ¿Qué quieres?
-Fácil, hoy mismo contraeremos nupcias – Luisa queda en shock
- ¡Nunca me casaré contigo!
- ¿Segura? – acercándose a Luisa – si no quieres que nada le suceda al bastardo te casarás con mi hijo
- ¡No te atrevas a amenazar a mi sobrino! – haciendo girar a la mujer
-Marquesa de Alba…honor el mío de tenerla acá…más diversión para mi bebé
Aranza frunce el ceño…
-Así que no te queda otra opción, Condesa
- ¡Primero muerta!
-Ya que deseas tu muerte – Álvaro se acerca pero en el acto retrocede dos pasos
No es para menos, Aranza le está apuntando con un arma…
-¿De dónde sacaste eso?
-Mi esposo es muy inteligente…¡aléjate de Luisa y mi sobrino! – el bebé llora con más intensidad
-Vamos a ver…¡quítenle el bastardo!
- ¡¡¡No!