37. No dejaré a mi mujer
— ¿Me puedes explicar qué significan estas fotografías? - fue la bienvenida de Augusto a su hijo, mientras lo miraba desde la cama del hospital.
Steve recogió las fotografías esparcidas al pie del colchón y aunque se asombró un poco, había aprendido a guardar sus emociones delante de su padre.
— Creo que no hay mucho que explicar, las fotos hablan por sí solas, ¿ahora también vigilas mi vida personal? – volvió a dejar las fotografías de Emma y él cariñosos en la calle, el día que iban al restaurante.
Incluso medio escondidos en el estacionamiento subterráneo y aunque no se observaba nada en claro por la lluvia, no había que ser muy lumbrera, para darse cuenta de lo que hacía esa pareja en la oscuridad.
— No las hice yo, sino Eloísa. Las envió a un importante periódico sensacionalista, pero el director ha hecho negocios conmigo y me debe algunos favores.
— Fue inteligente al no quererse meter en un escándalo con nosotros – su padre lo miró y le habló muy pausado, pero Steve lo conocía