El sonido de la puerta de vaivén hizo que todos se detuvieran y miraran al causante del ruido. En la puerta, la pequeño Kennedy miraba con grandes ojos a los integrantes de la cocina y parpadeaba desconcertada.
Avril… —Mencionó Luis parándose de su silla.
Esto…Oto—…tengo sed… ¿No hay abua? –
Benjamín sacó una botella del refrigerador y agarró un pequeño vaso de la meseta en el que vertió un poco del líquido.
Avy— —Dijo el pelinegro ofreciéndole el vaso. La niña corrió desde la puerta y lo tomó con rapidez.
¿Cuántos años tiene, Luis? —Preguntó Beatrice viendo con ternura a la pequeño.
Tres años –
La pequeño tomo el líquido rápidamente, devolviéndole el vaso al Gray con una gran sonrisa en los labios.
Gracias…Benjamín—
De nada, Avy— —Dijo sonriéndole y revolviéndole su castaño cabello.
Y también tienes un niño ¿No? —Preguntó de nuevo la Gray— Es muy lindo. ¿El qué edad tiene? –
Un año. Se llama Mi niño –
La pequeño Avril miraba con ojos espectadores a los adultos y a la coci