Mientras Gianna servía los platos con una habilidad grácil, me sentía un poco incómodo por estar allí. Dante, a mi lado, parecía calmado y confiado como siempre.
Gianna se acomodó en la mesa y, con una mirada curiosa, nos dirigió su pregunta. "¿Cómo se conocieron ustedes dos?" preguntó ella, su expresión transmitiendo genuina curiosidad.