— ¿Qué? — Me detengo y lo miro.
Se ríe.
— Vamos, Olivia. No te enfades conmigo. Quiero explicarlo todo.
— Explícate. — Me cruzo de brazos.
— Aquí no. Yo tengo que enseñar y tú tienes que mirar. En el teatro. Nuestro lugar.
¿Por qué habla arrastrando las palabras? Es muy sexy. Debería estar prohibido.
— ¿Pretende enseñar así? — Le estoy señalando.
— Mi ropa está en el coche.
Levanto una ceja.
— No voy a preguntar.
— Pregúntale. — se ríe.
— No. — Acabo soltando una carcajada. — Me tengo que ir.
Me doy la vuelta, pero Connor me agarra de la mano y tira de mí hacia él.
— Eres tan irresistible cuando te enfadas. — dice, mirando mi boca.
— Mira dónd