122. Descarada invitación⤝MILA⤞Esta vez nada, ni nadie impide que celebremos con mis padres. La cena es perfecta, conversamos de todo un poco. Sobre los miedos y las expectativas de traer a tres niños al mundo en un solo encargo, hasta la decisión de Axel de dejar la presidencia de Ridley Energy. Lo cual me toma por sorpresa. Cuando dijo que renunciaba, creí que no lo decía en serio. Pero desconocía totalmente el rumbo que habían tomado las cosas luego de dejar la oficina.No hice preguntas durante la cena, ya que no era un tema para meterse de lleno. A mi padre, en realidad, no le importó la renuncia de Axel.Aunque en un inicio, todo se hizo para mantenerlo al frente de la compañía familiar.Cuando volvemos a casa, mis padres se despiden de Axel y se retiran a su habitación para darnos un poco de privacidad.—Entonces, ¿renunciaste? —pregunto, invitándolo a sentarse. Es tarde, aun así, deseo que esta noche perfecta no termine.—Era lo mejor. Estar al frente de la compañía es más q
123. Estás jugando con fuego⤝MILA⤞El sábado por la mañana, dos semanas después de nuestra reconciliación. Me despido de mis padres para volver al apartamento de Axel. No hay maletas que preparar. Cuando me fui, lo hice únicamente con lo que tenía puesto y, ahora que vuelvo, lo hago de la misma manera.No, no es que haya estado con la misma muda todo este tiempo, pero Axel se encargó de traerme y llevarme la ropa. Una manera muy infantil de asegurarse de que iba a volver, aunque también ha sido muy tierno.Estas dos semanas han sido la culminación perfecta de nuestra luna de miel. Hemos tenido citas y hemos compartido momentos inolvidables como pareja y futuros padres.Ayer, Axel llegó con la sorpresa de habernos inscrito en un curso para padres primerizos. Fue emocionante asistir por la tarde a nuestra primera clase. Encontrarnos con otros padres con nuestros mismos temores nos tranquilizó un poco. Por lo menos a mí.—Este lugar no es apto para cuidar de tres pequeños —dice Axel, ab
124. Un perfecto idiota⤝MILA⤞Un silencio ensordecedor le sigue a nuestro anuncio. Daxton se tambalea como si de repente se hubiese emborrachado.—Papá —grita Kristen. Entre ella y Soren lo sostienen para evitar su caída.—¡Por Dios, muchacho! —grita—. ¿Acaso quieres matarme? —reclama, pero hay una sonrisa en sus labios que contradice su tono.—Siéntate, papá —pide Kristen, quitándole el bastón.—¿Ha-hablan en serio? —pregunta Soren con los ojos bien abiertos por la impresión.Asiento con un movimiento de cabeza.—Muy en serio.—¡Tres bebés! —grita Katia, saliendo de su estupor. Se levanta del sillón como si un resorte la impulsara—. ¡Dios, tres! —dice, abrazándome.—Cuidado con el vientre de Mila, tía —le recuerda Axel.Katia afloja su agarre, me da un beso en la mejilla y, feliz, acaricia mi vientre.—Seré una tía abuela consentidora. Lo prometo —dice. Y por un momento hay un rastro de tristeza en los ojos de Soren.Mi corazón de pollo se estruja. Sé lo que debe de estar pensando.—
125. No quiero ser adulta⤝MILA⤞Todos continúan sorprendidos, viendo hacia la puerta por donde Knox se ha ido como si el diablo le pisara los talones.No solo ha sido la primera vez que muestra algún tipo de emoción, sino también es la primera vez que acepta la paternidad de Nikki.—¿Qué diablos ha sido eso? —pregunta Daxton, saliendo de su estupor—. Que alguien me explique lo que está pasando. ¿Cómo que Knox tiene una hija?—No puedo explicarlo ahora, papá. Tengo que ir con mi hijo —responde Aiden, poniéndose de pie con prisa, saliendo del comedor.Miro a Axel, esperando que haga lo mismo y vaya detrás de su padre; sin embargo, no se mueve de la silla.—Iré con ellos —murmura Zaria, como si esperara lo mismo que yo. Con la misma rapidez con que llegó, se marcha.—¿Alguien puede explicarnos qué es lo que está pasando? —pregunta Kristen, viendo a Axel.—Es una larga historia y no soy el indicado para contarla —responde Axel, tomando un largo respiro.—Pues alguien tiene que hacerlo. ¿
126. Abrazos y promesas⤝MILA⤞Esa no fue la última vez en que se supo algo de Knox. Pero sí, la última vez que la familia Ridley lo miró. Luego de un último movimiento bancario, Knox simplemente desapareció sin dejar rastro. ¡Como si jamás hubiese existido!Aiden fue el encargado de contarle a Daxton lo que había ocurrido con Knox durante los últimos meses, por lo menos la parte de la historia que conocíamos, pues hasta el sol de hoy, desconocíamos muchas cosas. El rompecabezas no estaba completo y el único que podía terminarlo, ya no estaba para hacerlo.Ha pasado tiempo y aunque Axel no muestra preocupación por el silencio prolongado de Knox, en el fondo, sé que no saber nada de su hermano le duele. No lo demuestra, pero en más de una ocasión lo he sorprendido con la mirada perdida en un punto fijo en la nada, como hoy.—¿Le has llamado a tu padre? —pregunto, sentándome a su lado. Enredo mis dedos entre los suyos, dándole un ligero apretón.—No, pero debe de estar esperándonos en c
127. ¡Sáquenlo de aquí!⤝AXEL⤞Los últimos meses no han sido fáciles. Como hermano mayor, siempre tendré el deseo de protección arraigado en mi corazón; no obstante, con el tiempo he aprendido que proteger, apoyar y solucionar; son tres cosas distintas.Mi primer error con Knox fue intentar resolverle la vida. No le estaba dando un apoyo; lo que, en realidad hacía era tomar sobre mis hombros la responsabilidad de sus actos.El segundo error, fue no sentarme a su lado y preguntar lo que sucedía. Los motivos que lo llevaron a dejar a Nova estando embarazada. Simplemente, me limité a juzgarlo.Y así, fui cometiendo errores en mi afán de evitarles dolor. Hoy, cuatro meses después de su desaparición, solo espero que, finalmente, haya encontrado su camino.En cuanto a Livia, su decisión no me toma por sorpresa. Era de esperar que decidiera alejarse de todo lo que le recuerda a mi madre, quien no volvió a aparecer luego de conseguir lo que quería de nosotros. Dinero.Con todo lo vivido en ta
⤝MILA⤞El sonido de la puerta al abrirse y cerrarse con un golpe sordo hace que levante la mirada. Frunzo el ceño al encontrarme con el rostro desencajado de mi jefe y mejor amigo. Axel Ridley.Con calma y sin ninguna maldita prisa, cierro la carpeta con los documentos que revisaba antes de la abrupta interrupción.—¿Se puede saber el motivo por el que irrumpes en mi oficina sin llamar? —pregunto, prestándole toda mi atención.Axel es un tipo hermoso, como si al nacer los dioses lo hubieran llenado de gracia, elegancia y un maldito carácter de mierda. Afortunadamente, siempre estoy en el lado opuesto de su furia.¡Ah! Se me olvidaba mencionar que, también es todo un playboy y un jodido imán para los escándalos que tienen a su abuelo al borde de un ataque cardiaco. Y no dudo que sea el mismo motivo por el cual esté en mi oficina.Axel da tres vueltas, como un perro rabioso, e ignora mi pregunta. Me levanto de la silla y camino unos pocos pasos, recargo la cadera contra la fina madera d
⤝MILA⤞Axel se detiene bruscamente, sus dedos metidos entre sus alborotados cabellos están congelados y sus ojos se abren por completo, con un brillo peligroso en ellos.—Es lo más absurdo que he escuchado. No puedo arriesgarme a contratar a una mujer para que se haga pasar por mi novia y luego por mi esposa. ¡Nada me garantiza que no hablará sobre el acuerdo! Es una espada de doble filo, Mila.Lo sé muy bien.—Entonces, será mejor que pienses en una solución y que sea rápido. Tu abuelo no va a esperarte sentado, te apuesto lo que quieras a que en este momento debe estar organizando una fiesta para invitar a todas las solteras de San Antonio.Axel gruñe en respuesta, sabe que tengo toda la razón.—Para tener una amiga como tú, prefiero una enemiga —murmura en tono bajo.—Lo siento, prefiero ser sincera y si eso te hiere, perdóname —respondo con una sonrisa al verlo achicar los ojos que, me recuerdan a un felino grande y peligroso.—¿En qué diablos estaba pensando cuando te acepté como