¡¿James?! Así que el idiota del ingles había llegado.
¿Qué rayos había pasado con su buena suerte?
Estaba ardiendo en furia de ver como ella había corrido a arrojarse en sus brazos. ¿Cómo se atrevía a tal muestra de descaro, cuando hasta hacía poco había estado a punto de hacer el amor con él?
¡Inglesa descarada!
Pensó sintiendo que su sangre hervía.
-Pude llegar antes de lo previsto- le dijo sonriendo- ansiaba verte.
-Yo estoy muy feliz de que pudieses venir- le besó en la mejilla y él sonrió como idiota- usted debe ser El Príncipe.
-Así es- dijo Zahir, mirándolo fijamente- Zahir, Príncipe de Norusakistan, bienvenido a nuestro país. Que Alá bendi