Zahir, escuchó el grito de terror de Isabella y se acercó a ella para abrazarla y brindarle un poco de consuelo.
-Debes ser fuerte, Isabella. No puedes rendirte ahora.
-Todo estará bien- gimió Ivette, con las lágrimas derramándose por sus mejillas.
-¿Está. . . está muerto?- preguntó para certificar sus sospechas.
-No, no lo está- Zahir, lloró- pero está muy delicado, tiene una herida grave, él. . . él dice que está muriendo y que necesita verte.
-¡Por Alá!-gimió Hayffa, quien hasta ese momento había llorado en silencio- ¡quiero ver a mi hijo!
-¡Yo también quiero verlo!- exclamó Isabella, mientras se secaba las lágrimas.
-Todo está controlado, vayamos pronto. Ya pueden salir.
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