22. Un desastre de vida: ya no puedo estar lejos de ti
Lo único en lo que piensa Julieta es en proteger a Lizzie de todo lo que está ocurriendo ahora. Y deja que esconda su rostro en su cuello mientras que, con los ojos abiertos, observa a Román de una forma que incluso le da miedo.
El arma apunta directamente a la cabeza del hombre y por un segundo vacila en correr hacia Román pero no está sola y debe ser muy precavida.
Por ende, su abrazo hacia Lizzie se intensifica y sólo quiere que esto acabe.
—Baja el arma —exige Román con una voz extremadamente dura colocando lo pelos de punta a cualquiera—, he dicho que bajes el arma.
Y Román no está solo. Hay varios militares apuntando a la camioneta blindada y al mismo hombre que la ha acorralado.
El hombre parece no pensar mucho en sí lo hará o no porque le interesa bastante su vida como para hacer algo estúpido, así que se enfrenta cara a cara con Román. Y una vez el hombre suelta el arma, Julieta sale corriendo para llegar hasta Román y sentir cómo rodea su cintura y la ciñe hacia él.
Hay