Viviana forcejeó con desesperación, con los ojos llorosos de impotencia.
—¡Eres una maldita traidora! ¡Filtraste los videos! ¡Arruinaste mi vida, Alicia! ¡Eres una mala amiga!
Alicia apretó los labios con fuerza. El corazón le latía con furia en el pecho, pero no retrocedió ni un paso. La rabia qu