Capítulo 155
—Pero ya terminó —dijo, su voz más grave que antes, como si cada palabra arrastrara el peso de los años—. Y tampoco tengo nada con Montserrat. Ella para mí siempre fue una hermana más. Por eso pensé que era intocable.

Alicia parpadeó, sin entender aún hacia dónde iba esa confesión.

—La única mujer
Continue lendo este livro gratuitamente
Digitalize o código para baixar o App
Explore e leia boas novelas gratuitamente
Acesso gratuito a um vasto número de boas novelas no aplicativo BueNovela. Baixe os livros que você gosta e leia em qualquer lugar e a qualquer hora.
Leia livros gratuitamente no aplicativo
Digitalize o código para ler no App