Kiara se despierta destrozada, ella amaba a Ignacio. Desde pequeños, Elian y Kiara no tuvieron una buena vida, sufrieron muchas necesidades, incluso siempre estaban solos, porque su madre debía trabajar; si no, no tenían cómo alimentarse, ni lo necesario para sobrevivir.
Desde que Ignacio los adoptó, ella siempre fue muy agradecida con él, aunque sentía celos de Aitiana, por ser la niña mimada de su padre, por su belleza y porque mucha gente se preocupaba por Aitiana, mientras ella y su hermano fueron abandonados por su padre y su madre debía trabajar y era Elian quien la cuidaba.
Por eso ella amaba tanto a Ignacio por haberle cambiado la vida y por ser el padre que nunca tuvo.
Kiara va hacia la habitación de su madre y como la puerta estaba arrimada, está por ingresar, se sorprende cuando escucha lo que repetía Elian y cómo celebran con su madre haber logrado su cometido - ¿Qué has dicho, Elian? - ella entra temblando, con los ojos llorosos.
Elian e Irma se giran bruscamente, se acer