Capítulo 35. A mano.
El silencio se volvió demasiado largo y a pesar de que nuestras manos estaban entrelazadas, parecíamos estar demasiado lejos el uno del otro.
—¿Crees que alguien venga?—Pregunté mientras observaba la lluvia caer, no me importaba si alguien venía o no, pero el silencio se estaba volviendo demasiado pesado.
Él salió de sus pensamientos y me observó. —No estoy seguro.
Un escalofrío me recorrió y Jack pareció preocupado. —Tus manos están heladas, te mojaste mucho, vas a enfermarte si no entras en calor.
—Estoy bien— respondí.
Él miró el asiento trasero. —Vamos atrás, ven— dijo y salió del auto, se pasó a la parte de atrás. Lo seguí sin dudar y mi corazón latió rápido cuando me abrazó.
Su cuerpo estaba caliente, pero su ropa también estaba mojada y fría, él también iba a enfermarse, y mientras pensaba en eso, una idea vino a mi mente.
Me monté sobre él y nuestros rostros quedaron demasiado cerca.
—Ya sé cómo entrar en calor— dije mientras mis manos desabotonaban su camisa mojada.
—No, esp