--- ¿Sabes que puedo caminar? --- Me ignoró. --- Espero que no estés viendo mi culo que para eso ya tienes a la morena con quién te acuestas. --- Dije furiosa al no recibir respuestas.
Me sentó sobre el sofá y no crucé miradas con él. Estaba con los brazos cruzados, me negaba a verlo ya que si lo hacía flaquearía y caería ante sus encantos.
--- ¿Que quieres? --- Espeté con furia.
Suspiró con dramatismo antes de acuclillarse frente a mí.
--- Perdón. --- Pronunció con suavidad.
--- ¿Disculpa? No te escuché. --- Lo miré con la cabeza en alto, me sorprendió ver su semblante arrepentido.
--- Perdón por lo que te hice. --- Sus brazos fueron a los lados de mi cuerpo.
Suspiré.
--- A ver si entendí. --- Ironicé.--- ¿Me estas pidiendo perdón por ser un cabrón, un idiota, un cavernícola y por sobretodo haberme corrido de tu casa, dos veces? --- Mi voz casi desaparece con lo último.
--- Sí, Zoe, me disculpo por todo eso.
--- Todavía no he terminado. --- Dije desafiante.
--- Sé que soy má