Eileen Williams

Inmediatamente saltamos sobre el vehículo. Observo a mis compañeros haciendo lo mismo. El trayecto es de una hora. Llegamos a un lugar tan remoto como todo lo que hemos recorrido, pero hay una inmensa carpa armada. Antes de ingresar, nos revisan hasta los dientes. A Elijah y a los hombres de nuestro grupo, les quitan el armamento con el que supuestamente nos protegen a nosotras, o más bien, para ellos, nos protegen de que no escapemos de su "empresa". Se observa seguridad e inmediatamente nos hacen ingresar.

— Somos más del personal contratado, — informa el chófer del Jeep en el que veníamos, que es uno de los nuestros y está infiltrado aquí desde hace un tiempo.

Observo a mi alrededor, hay muchas personas, entre ellas prostitutas de verdad y agentes que se harán pasar por prostitutas.

— Que se acomoden mientras llegan los helicópteros — le responde un hombre saliendo.

Camino y poso el culo en el suelo, quedando con la visión plantada frente a la entrada. Mi grupo s