El CEO estaba ahí parado con una mano tocando la puerta y con la otra masajeándose la sien, al parecer no quería dormir solo con el frío que está a haciendo, pero Violeta no estaba dispuesta a seguir siendo su juguete y se lo iba a dejar claro
— !No iré, vé y pídele a tu amante que venga ella y duerma contigo, no voy a volver a la recámara conyugal, así que no pierdas tu tiempo y déjame dormir!
— Violeta, no me colmes la paciencia, ¿creés que no puedo simplemente abrir? ven a la recámara, está habitación es de huéspedes
— ¡Eso es lo que soy, una huésped de un año que dejara este lugar, la recámara conyugal es algo que tienes destinado para tu prometida, no vengas aquí a hacer como si no fuera de esta manera, no somos a quienes quieres para tu familia definitiva, nunca debimos casarnos y yo... no voy a permitir que me utilices para divertirte mientras tienes pensado hacerla a ella tu esposa y madre de tus futuros hijos! ¡déjame en paz Danilo Ferreira!
Aunque Violeta tenía razón en lo