Al salir, Gabriella se encuentra con Dante, que está de pie en la puerta que comunica la oficina de Zia y Nicola, siendo testigo de explosión de rabia de Gabriella.
— Hola Dante y disculpa el espectáculo — y así mismo siguió su camino lejos de ahí.
Nicola volteó para ver a Fabrizio a la cara y guardando la compostura, dijo
— ¡¿Ya estás contento?! Y ruega a Dios que pueda arreglar este desastre —Nicola salió tras Gabriella.
Dante trataba de asimilar lo que vio y oyó, ¿acaso los hermanos Falco estaban enfrentados por una mujer?
— Fabrizio, ¿estás bien? ¿Qué acabó de pasar aquí? ¿Y por qué Gabriella te dijo todo eso?
— ¿Entendiste lo que dijo?
— Sí, llevo años aprendiendo el español que se habla en Argentina y te diré que no fueron halagos lo que dijo, pero no entiendo ¿tú y ella tienen algo?
Fabrizio hizo un gesto de negación y dijo— Eso supuse, que no fue precisamente cariñosa en lo que dijo, así como que creo me mandó a la Patagonia. Tienes tiempo para escuchar una historia.
Fabrizio