Al día siguiente, Gabriella no aguantó la tentación de meterse en la cocina para hacer un plato típico de su país. Renata y Amara hicieron lo propio para mostrar algo de su natal Brasil. La incursión en la cocina fue corta, así que antes del mediodía las tres mujeres ya estaban fuera, disfrutando del ambiente familiar.
La casa grande y sus habitantes se engalanaron para recibir el año nuevo, pero esta vez tuvo un toque especial, ya que la familia de Gabriella trajo un poquito de las tradiciones de sus países de origen a esta celebración, haciendo de esta fiesta algo que todos recordarán.
El paisaje fue cambiando su aspecto; lentamente su manto blanco iba desapareciendo y atrás quedaron los días fríos, así como el bullicio que un día la acompañó en su casa. Su familia había regresado a Brasil una semana después de haber vuelt