Llegamos a una casa en la zona más exclusiva de Toronto, por afuera no tenía nada distinto a otras casas de esa zona. Era una mansión enorme con fachada de piedra y la puerta principal de madera, Demián me tomó de la mano después de salir de su BMW y caminamos juntos hasta el gran portón.
La verdad es que estaba muy ansiosa, hasta podría decir asustada, pero Demián me daba seguridad con sólo una sonrisa.
-¿Lista? - preguntó antes de tocar la puerta.
-¿Crees que es una buena idea?
-¿Me preguntas ahora que ya estamos en la puerta? - preguntó burlón con una sonrisa en los labios.
-No me dejaras sola ¿Verdad?
-Nunca lo hice y nunca lo haré - me apretó la mano con fuerza y después la beso - deja la cara de susto, Renne, no estamos yendo a una casa embrujada...
-...Pero...
-...No te voy a obligar a nada, yo no necesito nada de esto para poderte dar placer, sí no quieres, nos metemos en un privado y te saco ese vestido que ya tengo ganas de s