Cine

— ¿Por qué todos los altos siempre se sientan delante mío? Tienen toda esa cantidad de asientos vacíos y ¿donde se sienta? Justo delante de mí— resopla Rose cruzando sus brazos frente a su pecho con irritación.

— Lo siento Rose no te vi allí, cambiare con Jane si quieres.

— ¿Capitán? — exclama Rose haciendo coincidir la voz con la silueta frente a ella.

— ¡Hola! — responde con un pliegue de ojos felices.

— ¿Están ustedes en una cita? — dice Rose sonriente de oreja a oreja con los ojos brillando hacia nosotros.

— Si, lo estamos— digo con una ligera ventaja en mi voz, desafiando a Rose a decir algo malo al respecto, pero parara mi sorpresa responde muy entusiasta.

— ¡Ja! ¡Lo sabia! Después de lo que paso anoche y esa charla privada de ustedes dos esta mañana me lo imaginaba. ¡Bien por ti!

En ese momento recuerdo porque ella es mi mejor amiga, le devuelvo la sonrisa y me cambio de asiento con Travis, el y yo apenas nos hemos vuelto a sentar cuando una voz detrás de él murmura:

— Que problemático, ahora no puedo ver.

— ¿Kevin? ¿Estás con Rose?

— ¡Hola! — interrumpe una voz femenina

— ¿Vanesa? — sigo en shock.

— Que problemático— repite Kevin.

Mis ojos saltan de la expresión perturbada de Rose a la izquierda de Kevin a la expresión perturbada de Vanesa a la derecha de él y entre las dos mujeres igualmente enfadadas se sienta Kevin sosteniendo la cabeza entre sus manos como si deseara estar en cualquier otro lugar simplemente mirando las nubes pasar.

— ¿Que? No importa, ni siquiera quiero saber— digo dándome la vuelta en mi asiento para mirar hacia la pantalla del cine.

Lo primero en desaparecer es el reposabrazos, Travis lo levanta y descarga casualmente su mano en mi rodilla, me doy vuelta y levanto una ceja hacia él.

— ¿Que? — pregunta con una sonrisa en su rostro.

— Nada — digo con una sacudida de mi cabeza dándome la vuelta para ver la película que empezó después de todas las vistas previas, finalmente me siento cómodamente en mi asiento con el calor y el peso de la mano de Travis en mi rodilla y me pierdo en el hermoso paisaje que muestra la película.

Estoy disfrutando mucho y me encuentro completamente perdida en la historia hasta que...

— ¡AMO ESTA PARTE! — una voz fuerte y desagradable resuena unos pocos puestos detrás de nosotros... Diego.

— ¡SHH! — la mitad del teatro y yo callamos a Diego.

— ¡SHH ustedes! — responde con vehemencia. En ese momento muy probablemente debido a la suerte de Travis nos ve... m****a...

— ¡Oi Travis! ¡Te estoy mirando! — Diego amenaza levantándose apuntando dos dedos a sus ojos y luego apuntando un dedo a Travis.

Me pongo una mano en los ojos y sacudo la cabeza… ¡Idiota!

— ¡CALLATE! — todo el cine espeta esta vez.

— ¡Ya está bien! — grita Diego y se sienta de nuevo, a su lado incluso en una sala oscura Luisa se esta sonrojando incontroladamente.

¡Pobre chica! Bueno no es que ella no supiera en sé que se estaba metiendo. Además con su paciencia y actitud tranquila es el complemento perfecto para la impaciencia de Diego.

Me doy vuelta y me río de nuevo ante las travesuras del chico de la película cuando noto que Travis se está acercando más a mí.

Levanto mis piernas y las meto debajo de mí antes de descansar cómodamente mi cabeza en su hombro, envuelve su brazo alrededor de mi cuerpo y lo siento inclinar su cabeza para apoyar su mejilla contra la corona de mi cabeza. Disfrace mi euforia riéndome de un caballo de agua completamente crecido, puedo sentir las paredes desmoronarse, estoy segura que ni siquiera están allí.

Entonces en algún lugar detrás de nosotros...

— ¡OIGAN! ¡Dije que estoy mirando!

XXX

Travis no pudo haber elegido un mejor día del año para tener nuestra primera cita, primer beso, primer todo, porque el día del año nuevo después de todo se trata de novedades... primer amanecer, primera risa, primer sueño, primer amor...

¿Primer amor? ¿De dónde vino eso? ¡Él no es mi primer amor! Albert lo es… lo era… creo… ¡mierda!

Como decía, el año nuevo es la celebración más importante del año, así que hay mucho que hacer en nuestra primera cita.

Las cometas de colores brillantes vuelan por encima de nosotros en un cielo azul claro, un volante hace clic desde una paleta bellamente decorada, los niños chillan cuando uno de sus amigos con los ojos vendados trata de poner varias piezas en un cuerpo algo similar como poner la cola al burro... Incluso los adultos están ocupados lanzando dados en un juego de mesa.

¿Pero que en toda esta actividad me llama la atención? Si señoras y señores ¡El Mochi!

Travis se ríe de mi cuando dejo atrás su lamentable trasero, pero no me importa, estoy demasiado ocupada viendo el baile que se desarrolla entre el hombre que agita su enorme mazo de madera y el hombre que sigue sacando las manos de abajo, entre estos 2 un gran trozo de masa yace victima dentro de un gran cuenco de piedra, mientras el hombre con el mazo golpea fuera de ella, el otro hombre rápidamente lo amasa y da vuelta entre golpes para que el otro lo golpee de nuevo, es divertido observar tanto el ritmo como la habilidad de los hombres y también de manera masoquista el posible peligro que impone al hombre sin martillo, pero aparte de eso ¡me encantan esas bolas de masa pegajosas!

— Puedo comprarte algo si quieres— ofrece Travis amablemente.

— Si, me encantaría un poco— digo sin sentir culpa por aprovecharme de la generosidad poco característica de él, además estamos en una cita después de todo.

Chupando felizmente el fino y blanco azúcar en polvo de cada uno de mis dedos, lo atrapo mirándome fijamente, sus ojos estan vidriosos y aunque me está mirando directamente, hay una mirada lejana en el…

¡Oh cielos! Está pensando en mi chupando su...

— ¡Todavía te estoy mirando! — grita Diego mientras nos pasa por la calle con Luisa.

— ¿Nos estas siguiendo? — pregunto de forma incrédula.

— No, no es así... es solo que es año nuevo y no puedes evitar entrar al festival. ¡Está en todas partes!

— Bien, pero podrías por favor dejar de amenazar a mi... 

¿Novio? M****a es eso lo que Travis, mi ex maestro, mi amigo, mi compañero de equipo, un hombre 10 años mayor ¿es ahora para mí?

— Solo detente con las amenazas ¿De acuerdo Diego? Puedo cuidarme.

— Pero el lee genero erótico...

— ¡Puedo cuidarme Diego!

— ¡En público! Es un per...

— Perfecto caballero y créeme si intenta algo sin mi permiso...

Le doy una mirada significativa, veo que sus ojos se ensanchan de miedo e incluso Diego y Luisa a quienes mi mirada no estaba enfocada se estremecen audiblemente.

— Uhg bueno... buena suerte para ti — dice colocando una mano en el hombro de Travis haciendo una salida rápida con su novia.

— ¿Realmente no quisiste decir eso verdad? — pregunta, frotándose la nuca con incomodidad.

— ¿Y porque no lo haría? Solo porque estamos en una cita y especialmente porque estamos juntos espero que me trates como toda una dama, te he dejado escapar muchas cosas por ahora, pero si haces algo que realmente no quiera...

— ¡Caray Jane! ¡Podrías avergonzar a la cara de miedo que usa Luis!

— Bueno, aprendí algunas cosas de él mientras estabas atrapado en el hospital.

— ¿Como qué? — su voz  de repente se oscurece.

— ¿Que? ¿El gran capitán Travis esta celoso?

— ¿Como que aprendiste Jane? — repite sin dejar de mirarme muy serio.

— ¿La cara de miedo? — respondo débilmente.

— Espero y solo sea eso — murmura antes de colocar su mano posesivamente alrededor de mi cintura y juntarme más hacia el.

— Bueno… ¿Cómo es eso de estar celoso?... ya sabes lo que dicen de los celos.

Siento que Travis aprieta su agarre alrededor de mi cintura aun más.

De ninguna manera puede ser estar realmente celoso...

XXX

— Vamos Jane, no tienes que caminar detrás de mí, no te hubiera pedido que vinieras si no te quisiera conmigo.

Estaba tratando de darle una distancia respetable, pero lo que dice es cierto así que acelero mi ritmo para alcanzarlo, encuentro que a pesar de que camina lentamente todavía me toma dos pasos alcanzar a su único par de piernas largas. Miro hacia arriba a sus ojos y me alegro de estar caminando a su derecha, ya que el no se da cuenta que lo estoy observando por el rabillo del ojo y al conocerlo por tanto tiempo tengo la ventaja de que puedo leerlo como un libro.

Aun así me atrapa mirándolo por el rabillo del ojo y extiende su mano hacia mí, cuando la tomo, sus ojos como se esperaba se arrugan alegremente mientras sonríe y ahí está también como me esperaba mi corazón caprichoso latiendo fuertemente.

Estúpido corazón, siempre haciéndome enamorar del tipo equivocado. ¿Porque te escucho? ¿Porque no pudiste hacerme enamorar de alguien de mi edad? Y la venganza, la búsqueda de poder, los chicos emos ¡no cuentan! Por no gritar en voz alta, ¿corazón te gusta ser pisoteado?

Travis se detiene y yo lo hago a su lado, observo en silencio mientras hunde un trapo en un cubo lleno de agua fresca y limpia que ha estado llevando, miro como lava cuidadosamente y con amor algunos nombres de la piedra conmemorativa.

Otra tradición del día de año nuevo es lavar las lapidas de los que han vivido antes que nosotros, es un acto de purificación que limpia y refresca a los muertos, pero en cierto sentido también es purificación para los vivos.

Todos estos años que conozco a este hombre he sabido que su tardanza es causada por estas personas cuyos recuerdos están grabados en piedra para siempre, pero no sé nada sobre ellos, pero algo acerca de estar con él aquí mismo a petición suya me da las agallas de ser atrevida.

— ¿Quienes son?

— Lo más cercano que tenia a una familia— responde dándome una sonrisa triste.

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